Me acordé al oír la frase de:- " No soy monedita de oro pa' gustarle a todo el mundo"- dicha en la calle, esto era lo que solía decir cierta amiga española a la que recordaré con cariño porque ya no está físicamente conmigo, que andamos muy preocupados en caerle bien a todos los demás en todo momento y lugar. Pues no gente que me lee, eso, lamento desilucionarlos, no es posible.
Así que aguanten a quien irremediablemente no los va a querer ver ni en pintura, y no hablo de cualquier hijo de vecino, sino de familiares bien próximos inclusive.
Un señor decía: yo quiero a todos mis hijos por igual. ¡Ja! permitanme que lo dude. No queremos a ningún ser humano exactamente igual que a otro, queramoslo o no tendremos que aceptar que alguno nos cae mejor que otro. Es parecido a nosotros, o a nuestra madre, o salió muy inteligente, o es un zalamero; el asunto es que tenemos preferencia por alguno y eso no quiere decir que a los otros no los queramos ¡no!, lo que quiere decir es que queremos diferente.
¿Diganme si esto no es verdad?, ¡claro que lo es! y nos genera culpas.
A ver ...¿quién dijo que a los hijos se los quiere por igual?, fue aquél que no quería ver pelearse a los chicos por causa nuestra (léase preferencia paterna). Olvídenlo, siempre ocurrirá entre hermanos, existirá la competencia por el amor de los padres. Todos queremos a nuestros papáces para nosotros solititos y no queremos compartirlos con nadie. No voy a entrar en asuntos sicológicos que no me incumben, pero si desean profundizar este asunto consulten con el especialista mas cercano que les explicará con mas detalle si no me creen que esto es normal. ¡Ay si! como las películas antiguas norteamericanas donde aparecían las niñitas vestiditas con sus mediecitas cortas, peinado de trencita perfecto, sonrisa kolinos y ñiñitos bien vestiditos con pantalones, sueter y corbata; parados al lado de la radio mientras papá y mamá sentados en el sillón los miran complacidos ¡uf!.
Y es que todos tenemos virtudes y defectos, tenemos un lado A y un lado B pero ¡qué va!, queremos ser perfectos, mismos ángeles bajados del cielo, con aureolita, alas y túnica. Tenemos defectos y la gente se ama a pesar de sus defectos o aunque no se crea, te aman justo por esos defectos.
Les cuento algo, en las noches que no duermo a causa de ciertos ronquidos a veces me quedo contemplando al roncador con ganas de matarlo. Le pongo la almohada en la cabeza... no... mejor le pongo una zapatilla de deportes... no... mejor le tiro con el machete del chino... ¡si!, pero a veces solo me quedo contemplando esa cara plácida con la boca abierta y la lengua de lado aguantándome las ganas de reírme a carcajadas porque, ¡qué cosa mas cómica!. ¿Ven?.
Quien te ame te amará a pesar de tus defectos, sino... estás perdiendo el tiempo.
Ahora bien, me quieren decir porque alguna gente no logra aceptarse y amarse tal cual son. Siempre se ven defectos, se ponen cabes ellos solitos, se minimizan. Creyeron literalmente que tenían que se prefectos mismos santos para se queridos, si no eres bueno no te quieren, ¡si tú!, Vladimiro Montesinos, el vende patria mas grande que ha tenido mi país, tenía hija, mujer y amante y lo adoran. La cosa gente bella que me lée, si.. eres bello, no me vengas que no, eres bello, único, irreemplazable, ningún humano es como tú y eres imprescindible. Aprendamos a aceptarnos tal cual, amarnos tal cual y sobre todo a perdonarnos por no ser lo que se supone debemos ser. Revisemos esos conceptos de :"yo debo ser así para ser perfecto sinónimo de queríble", porque les aseguro, hemos grabado tanta basura desde que eramos chiquitos en nuestro cerebro, de la cual no tenemos ni idea de que existe y que está apestando ya.. que mejor nos deshacemos de ella para nuestro bien. Recuerda que los cajones hay que revisarlos periódicamente o almacenamos basura en ellos, con mayor razón nuestros pensamientos.
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