viernes, 2 de noviembre de 2007

De la muerte su reflección


Soy determinista, pienso que nada de lo que nos ocurra es pura casualidad sino causalidad. Hace poco trasladamos a las abuelas de un cementerio a otro mucho mejor, era inevitable el recuerdo de cuando fallecieron, una de ellas sobre todo falleció en circunstancias poco habituales, también son inevitables los recuerdos de los días vividos junto a ellas, pero ¿se dieron cuenta de la forma en que recordamos?, como guardamos los recuerdos, no solo guardamos imágenes, guardamos olores, sensaciones táctiles, emociones diversas, todo eso va a nuestra memoria y luego es traído cada vez que recordamos el hecho, y cada vez que recordamos le añadimos algo más para ser guardado, y esta parte es esencial en la elaboración del dolor para hacerlo mas llevadero. Al final, luego de un tiempo, el recuerdo será doloroso siempre pero mas atenuado y soportable, habremos asimilado la pérdida, habremos perdonado la ausencia, nos habremos quitado culpas que muchas veces nos las inventamos porque no existen, nos habremos perdonado por seguir viviendo a pesar de no tenerlo/la vivo/a a nuestro lado.

En nuestra cultura no es habitual tomar a la muerte como un hecho que sucederá, generalmente ni hablamos de ella, a muchos les da pavor, le damos la espalda y creo que es por eso que nos choca tanto cuando se presenta en nuestras vidas. A pesar de que algún ser querido pasa por una enfermedad de la cual ya sabemos que el resultado será fatal, no queremos admitirla.

Quiero pensar en la muerte como la cesación de la vida, donde toda actividad se detiene y por ende el dolor. El dolor es lo que nos dice que algo funciona mal y que podemos repararlo a tiempo, a muchos diabéticos les terminan cortando un dedo justamente porque no hay dolor que avise, algunas enfermedades no dan síntoma ni dolor, entonces como ya sabemos eso acudamos al médico a hacernos un chequeíto.

¿Le tememos a la muerte por qué no la conocemos? A lo mejor es eso. Para algunos la muerte es la liberación, conocí enfermos terminales que ansiaban la muerte y la esperaban con tranquilidad, conocí bipolares (maniaco depresivos) que se quitaron la vida porque no la soportaban, era tanto el sufrimiento y el dolor que experimentaban como un castigo inmerecido, como una tremenda carga que los aplastaba y con la cual no podían seguir, que terminaron suicidándose a pesar de seguir tratamientos siquiátricos adecuados con los mejores fármacos a su alcance.

La muerte es inherente al ser humano, desde que nacemos vamos hacia ella. Nadie tiene un tiempo comprado para permanecer vivo, no podemos decidir nosotros hasta cuando viviremos, lo que si podemos hacer es vivir con intensidad, podemos decidir que hacer con nuestra vida, podemos tirarla por el balcón o podemos disfrutarla cada segundo.

¿Vamos a desperdiciar el tiempo chiquito de nuestra vida pasándola mal? Saquémosle el jugo a la vida, cada segundo es precioso, sabemos cuando llegamos pero no cuando nos vamos así que vive, intensamente vive, date calidad de vida, es tu obligación alcanzar tu propia felicidad, recuerda que la felicidad es un instante, requiere voluntad y trabajo arduo intenso y sostenido. Tu obligación mas importante es para contigo mismo, si te amas como amas a los demás, querrás para ti lo mejor, te rodearas de lo mejor, buscarás la mayor felicidad al igual que lo haces para quienes amas. Si tu te amas…los demás no tendrán otra opción sino la de amarte.

4 comentarios:

lauruguacha dijo...

Hola miyita: algo parecido escribí el sábado sobre la muerte. ¡Por algo somos amigas! Te mando un beso!

Miyita dijo...

vio?, estas son causalidades siiiiiiii un besote

Anónimo dijo...

lo que no entiendo es lo de la causalidad.. será que mi fe es la casualidad?
Víctor Hugo

Miyita dijo...

ella puso un post en su blog hablando sobre lo mismo de que hablo aca Victor Hugo, que linda causalidad casual encontrarte en internet... jamas me cansare de repetir eso beso

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