jueves, 7 de agosto de 2008



Después de tiempo sin sentarme a escribir se me dió por ponerme profunda meditando sobre las miserias humanas y bueno... acá van mis conclusiones sobre...


LA ENVIDIA ese gusano que nos corroe

¿Qué es la envidia?


Por allí leí que la envidia es un problema emocional, la verdad no estoy tan de acuerdo con este término de “problema”, la envidia es un sentimiento desagradable que se produce cuando ves en otra persona algo que deseas, entorpece tu desarrollo y tus interrelaciones con los demás. Para que se de la envidia necesitas dos procesos sicológicos como son el deseo y la comparación, eso te posibilita crecer.

Ahora bien, lo que hagas como consecuencia ya es otra cosa pero mejor sigamos con el tema.

Como decíamos, queremos lo que tiene el otro, admiramos lo que el otro tiene, nos molesta no tenerlo, consideramos que es injusto que nosotros no lo tengamos y allí está: la envidia. Entonces pues si te comparas con los otros y deseas lo que no tienes y te duele, estas envidioso.

¡Aja!, pero digo yo, hay una envidia mala y otra buena ¿no? ¡Si!

Con la envidia mala te sientes muy mal emocionalmente, no puedes ponerte en el lugar del envidiado para comprender su situación, esta sensación de “estar mal” te dificulta conseguir lo que quieres y tú no te das cuenta, no puedes sentir empatía por el envidiado (o sea no puedes sentir lo que el otro siente) no puedes utilizar ese conocimiento para lograr lo que deseas, no admiras al otro(como en la envidia buena) lo cual posibilitaría aprender a ser como él y así adquirir lo que tanto envidias, no, tu te quedas con el sentimiento de malestar emocional, tratarás de ponerle piedras en el camino y arrebatarle lo que tiene a como de lugar en vez de aprender como hizo para tener eso que tanto deseas tener y te está carcomiendo por dentro por no poseerlo.

¿Te has dado cuenta que la envidia es también una reacción frente a una posible amenaza? Si, cuando tu personalidad no se siente fuerte, no tienes confianza en ti mismo ni en los demás aparecerá, entonces a fortalecer la personalidad. Tratemos de desarrollar nuestra capacidad de interrelacionar socialmente en forma positiva, aprendamos también a responder a la tensión emocional, el optimismo y observar lo positivo de la realidad ayudará mucho.

Si nosotros deseamos y comparamos (de hecho va a ser así a cada paso de nuestra vida) como hacer para no desarrollar envidia mala y fea, tenemos que comprender lo que sentimos y por qué lo sentimos, transformar el “estar mal” para que nos sirva de impulso a lograr lo que queremos tener, controlar la hostilidad que esta situación produce, y hacer que nuestras interrelaciones no se deterioren. Los envidiosos no son empáticos, entonces desarrollemos nuestra empatía (ponernos en el lugar del otro y de nosotros mismos para aprender de ello).

Como dice la canción: si te comparas con los demás te volverás vano y amargado, esfuérzate por ser feliz, las comparaciones son odiosas e inevitables, creo que debemos aprender con quien compararnos dentro de nuestros iguales porque vamos…si me voy a comparar con Bill Gates…creo que terminaré sintiéndome muy envidiosa y de la envidia mala ¿vale la pena compararme con Gates? No pues, más bien trataré de aprender de él, si nos vamos a comparar por favor que sea con nuestros iguales.

Por último, prevengamos la envidia mejorando nuestra capacidad de adaptación, valorándonos en la justa medida, recuerda que un fracaso es una dificultad para resolver, todo progreso por pequeño que sea debe ser valorado y reconocido por ti mismo, y hagamos como el slogan de Wong (tienda de venta de abarrotes, comestibles, electrodomésticos y próximamente banco o financiera quien sabe) en un cartelito grande para ponerlo donde mas nos agrade: OPTIMISMO.

Todo esto debimos aprenderlo de niños y reforzarlo en la adolescencia pero si te das cuenta que no lo hiciste aún estás a tiempo, la vida es un constante aprendizaje.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos odiamos algo... Compártelo:

www.comoteodio.blogspot.es

Miyita dijo...

odiar es demasiado profundo, demasiado intenso, demasiado demasiado, y encima muchas veces ni vale la pena así que mejor no odio sino mas bien me llega altamente, mejor ignoro lo que me disgustó en algún momento luego de hacer berrinche por supuesto y romper alguna cosa pero a eso nomas, a odio no llego, creo que no vale la pena.

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